Hay situaciones en las que detenerte a pensar lo que dirás y cómo lo dirás pueden resultar una buena estrategia para no agredir a nadie y comunicarte efectivamente.
La comunicación asertiva siempre depende de una actitud positiva al momento de expresar tu opinión acerca de algo o alguien. En ocasiones, existen situaciones que te hacen actuar de una forma no muy adecuada, pero hay ciertos lugares y personas con los que tienes que prestar mucha atención y pensar la manera en que te comunicarás con ellos.
Una excelente forma de lograr una mejor comunicación asertiva es por medio de la práctica. A continuación, te comparto tres consejos para lograr expresarte positivamente ante las situaciones que te disgustan:
Sé directo y honesto, evita criticar. Decir lo que sientes está bien, puedes expresar lo que te molesta pero evita las ofensas.
Situación:Has quedado con un amigo que siempre llega tarde y nuevamente te ha hecho esperar…
Conducta incorrecta: “¡Eres un maleducado, siempre llegas tarde!” Comunicación asertiva: “Se suponía que nos reuníamos a las 09:30, y ya son las 10:00”
Evita utilizar un tono sarcástico o exagerado. Si el comportamiento de alguien no te gusta, busca ser preciso para decírselo sin dramatizar o juzgar.
Conducta incorrecta: “era tan importante lo que tenía que decirte y ahora si estoy en un grave problema” Comunicación Asertiva: “Ahora tengo menos tiempo para contarte a detalle pues ya necesito regresar al trabajo”
Utiliza “Mensajes Yo”.Comenzar la oración con “Tú…” suena enjuiciador y pone a la gente a la defensiva. Si empiezas con “Yo” el enfoque se centra en cómo te sientes y cómo te ves afectado por su comportamiento. Además, muestras más propiedad de tus reacciones y menos culpa. Esto mueve a cambios más positivos.
Conducta incorrecta: “¡Tienes que parar esa conducta!” “Mensaje Yo:” “Me gustaría que dejases de hacerlo.”
Comunicación Asertiva:“Cuando gritas me siento atacado.”
Algunos consejos adicionales:
Asegúrate de que tu cuerpo refleje confianza: Utiliza una postura recta pero relajada, mantén tu vista hacia los ojos de la otra persona.
Utiliza un tono firme pero agradable.
No asumas que tú sabes cuáles son las razones de la otra persona, especialmente si piensas que son negativas.
Cuando estés en una discusión no te olvides de escuchar y hacer preguntas. Es importante entender el punto de vista de la otra persona también.
Trata de pensar en ganar-ganar: intenta ver si puedes encontrar un compromiso o una forma para lograr satisfacer las necesidades de ambos.
Con estos sencillos consejos puedes transformar tu comunicación hacia una conversación más asertiva que sin duda te sumará mucho en tu vida personal y profesional.
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