Aunque muchas veces desconozcamos el tema del lenguaje corporal, tu cuerpo habla más de lo que tu piensas o puedas imaginar.
Con frecuencia, la manera de conducirnos y dirigirnos a los demás, puede ayudarnos a hacer empatía con nuestro entrevistador y con ello ganar puntos extras para ser tomados en cuenta. La actitud es un tema primordial del cual podemos sacar provecho, pues puede que no sepamos mucho del tema e incluso del puesto que se nos asignará pero con la actitud, apertura y ganas de aprender, podemos lograr que el puesto sea nuestro.
La puntualidad siempre es un signo visible de interés y de preocupación por nuestro tiempo y el de los demás.
El contacto visual permite la apertura a la confianza y la empatía.
El lenguaje corporal nos puede ayudar a que no seamos una amenaza para el entrevistador.
La forma de sentarte tiene que ser recta y relajada, cuidando no lucir indiferente.
La seguridad al hablar y saludar genera credibilidad y confianza.