Carolina Bejar
Cómo ser adecuado en una entrevista de trabajo – Parte I
La educación no sabe de modas o de épocas, es un pilar básico para cualquier sociedad, hoy en día parece que hacemos de lado los valor y las buenas maneras, como si fueran cosa de las abuelitas.
Todos nos preparamos para la vida laboral y profesional adquiriendo conocimientos teóricos y técnicos pero casi nadie se parpará en el campo de las habilidades sociales y las buenas maneras.
Uno de estos casos son las entrevistas de trabajo, nos preocupamos por enseñar un muy buen currículum vitae, elaborar una carta de presentación, nos preparamos para las posibles preguntas que puedan hacernos y cuales serian nuestras respuestas, pero pocos ponemos atención en dar nuestra mejor primera impresión a través de una imagen óptima y de nuestra comunicación No verbal.
En una entrevista de trabajo hay puntos que no debemos de olvidar, como la forma de saludar, el ponernos de pie, saber la manera de hacer una pregunta de forma educada, saber despedirnos, vestir de forma correcta y muchas cosas mas, puntos que son igual de importantes que la preparación y formación profesional.
Te daremos algunos consejos para que tu entrevista sea recordada
El saludo es la mejor manera de empezar una entrevista, hay que hacer un saludo que sea correcto. Un apretón de manos, firme y breve, sin llevar a cabo ninguna otra acción.
Empiece a hablar cuando se lo indiquen. No es correcto empezar a hablar de usted, de su experiencia laboral o de cualquier otro tema sin que se lo hayan preguntado. Debe establecerse un diálogo entre usted y su entrevistador o entrevistadores. Sus intervenciones deben ser breves y concisas.
No es correcto hablar mal de otros compañeros, de los jefes, de otras empresas o de cualquier persona o empresa.
Escuche con atención cuando hable el entrevistador. A las personas les gusta que les escuchen cuando hablan.
No debe dejar que le distraiga nada de lo que le rodea, ni nada de lo que usted pueda llevar.
El tuteo no le hace más cordial, cercano o moderno, le hace un poco maleducado. No se trata a un desconocido de tú, por mucho que las nuevas tendencias empresariales y los modernos métodos de formación lo digan.
Controle sus nervios. No solo al hablar se notan los nervios. Los movimientos de los ojos, los brazos, ciertos gestos, etc. le pueden delatar.