Aunque frecuentemente se menciona que el maquillaje se encuentra a nuestra disposición para divertirnos y experimentar, no siempre es así. Está perfecto dar variedad de vez en cuando a nuestros hábitos, pero siempre estando conscientes de que el maquillaje utilizado hablará por nosotros y creará una percepción para los demás.
A continuación se encuentran los mandamientos que se deben seguir para que el maquillaje potencialice nuestros atributos y nunca nos sabotee.
Siempre te desmaquillarás – Sí, siempre. Aunque muchas veces nos dé flojera porque llegamos muy noche y estamos cansadas. El no hacerlo será contraproducente para nuestra piel, desde las molestas erupciones hasta daño irreversible en nuestro rostro que causa envejecimiento prematuro.
Considerarás el lugar al que asistas – Si es una junta de negocios, no te maquilles como si fuese una boda y viceversa; de igual forma el horario es muy importante, mientras más tarde en el día sea es más aceptable utilizar un maquillaje más cargado y obscuro. Nada se ve peor que un maquillaje de ojos negro a las nueve de la mañana.
No abusarás del rímel – Más allá de aplicar ocho capas de rímel para lograr el efecto de unas pestañas más voluminosas, utiliza un producto acorde a tus necesidades. Las pestañas que lucen como “patas de araña” son de lo menos atractivo que hay. Contempla otra alternativa como extensiones de pestañas.
Maquillarás tus cejas – Las cejas son el marco del rostro y a muchas personas se les olvida. Ojalá todas tuviésemos cejas pobladas y con una perfecta forma curveada, pero al no ser así debemos depilarlas y maquillarlas para adecuarlas a tu tipo de rostro.
La base será al color de tu cara – Ni más obscura, ni más clara; si quieres lograr un efecto bronceado, es mejor utilizar un bronceador en las zonas donde el sol ilumina naturalmente el rostro. Busca con calma el color más adecuado para tu tono de piel.
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