En mi trayectoria como consultora de imagen, puedo decir que tengo una larga experiencia como ponente. Esto me hacía pensar que ya tenía completo dominio de mi persona y mi público, sin embargo, “hasta al mejor cazador se le va la liebre”.
Debo confesar que no siempre fue así, en especial, como oradora al hablar. Mi personalidad acelerada, perfeccionista y con el ímpetu de compartir todo mi conocimiento, provocaba que acelerará el ritmo al hablar, atropellará las palabras y que usará muletillas. Por lo que me di a la tarea de trabajarlo.
Tomé clases de oratoria, vocalización y hasta canto; bueno esto último, de plano solo quedó en un mero intento, porque he de confesar que nunca entoné.
Con esta preparación, pensé que lo tenía resuelto y la verdad es que sí, las estrategias que fui aprendiendo me han ayudado en gran medida, pero hay una que pasé por alto y en mi última presentación dejé de concientizar lo aprendido, esto fue, el uso de las “muletillas”.
Esto es, aunque ya seas un experto, en ocasiones los nervios, stress, exceso de trabajo y un sin fin de cuestiones pueden regresarte a lugar de partida. En el momento donde dejas de hacer lo aprendido, parece que el cerebro se pusiera en “piloto automático” y regresas a los malos hábitos.
Por eso, hoy quiero reafirmar lo aprendido y además compartirlo, porque puede que utilizar muletillas, también te pase a ti.
Piensa y luego habla.- en ocasiones, hablamos y hablamos sin estar 100% seguros de lo que queremos transmitir, por lo que es necesario hacer una pausa, ordenar las ideas y transmitir el mensaje.
Organiza tus ideas.- con frecuencia, las muletillas suceden cuando no sabemos que decir o hacia dónde va el discurso, por ello es necesario que antes de hablar, sepas qué finalidad tiene lo que vas a decir y a qué personas quieres llegar.
Utiliza expresiones para enlazar tus ideas.- existen frases que te ayudan a cambiar las muletillas y enlazar ideas. Algunos ejemplos son “además, de igual forma, me interesa resaltar que, quisiera enfatizar”
No temas olvidar palabras.- si de pronto no recuerdas alguna palabra, díselo al público y continua con tu presentación, no somos perfectos y esto puede ayudar a generar empatía con tu auditorio.
No hagas tan evidentes tus errores y continua.- asume cuando te equivocas, haz una pequeña pausa y sigue adelante. Evita caer en este error para no desvalorar tu presentación.
Apóyate en tu audiencia.- lanzar preguntas que fácilmente puedan responderte con un “sí” o “no”, es la mejor idea para ocasiones en que no encuentras cómo enlazar ideas.
Amplia tu vocabulario.- la lectura, ayuda a eliminar la escasez de vocabulario y por consiguiente el uso abusivo de muletillas