La manera en que te presentas tiene un gran impacto en tu vida profesional y consiste no solo en tu apariencia; además del cómo te ves o te vistes, también influye tu comunicación verbal y no verbal, e incluso, tu imagen en las redes sociales puede posicionarte o llevarte a la ruina.
LinkedIn, Facebook y Twitter son grandes herramientas del marketing que te hacen más visibles, por ejemplo, cuando estás buscando colocarte en el campo laboral o cuando tú hablas de un cierto tema del cual eres experto; pero a su vez, las redes sociales provocan que constantemente estemos expuestos, en un escaparate continuo.
Considera la próxima vez que vayas a poner una foto, frase o video en donde estés enfiestado, porque si tú crees que tu actitud en redes es “personal” y que ello no podría afectarte… ¿Qué opinas si te digo que 8 % de las empresas despidieron a alguno de sus empleados por enseñar comportamientos que no eran aceptables en Facebook o LinkedIn?
Como sabes, también hay diversas estadísticas que revelan que 20 % de divorcios tienen alguna relación con las redes sociales e incluso los abogados ya revisan el Facebook, para buscar evidencias comprometedoras.
Incluso, las universidades también toman en cuenta la presencia y reputación en línea para el momento de evaluar a sus profesores y alumnos.
Y cuidado no solo por ti, ya que la reputación te sigue, pero también afecta a las personas con las que compartes apellidos.
Tu apariencia también es un gran factor para considerar, CNN Money reportó que el 5 % de las personas que cuidan su imagen, ganan más.
Así pues, considera que lo que está en internet… ¡Ya es de dominio público! Y así como cuidas tu personal branding en el trabajo, debes tener muy presente la información que compartes en redes sociales, porque esta puede ayudar a construir una buena marca personal o a destruirla. Tú eliges.